Los seguidores de este blog conocemos lo importante que es mantener una apropiada hidratación para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Son muchos los beneficios que el agua aporta a nuestro cuerpo y a nuestra mente.
Diariamente nuestro organismo pierde líquidos en sus funciones rutinarias. Esta pérdida se acentúa cuando practicamos algún tipo de ejercicio físico. Si no reponemos esos líquidos a tiempo, podemos sufrir deshidratación lo que provoca trastornos en nuestro metabolismo, que pueden traducirse en un menor rendimiento físico, un estancamiento en el crecimiento muscular o riesgos más serios para nuestra salud.
Una manera ideal de mantener el nivel correcto de hidratación es llevar al gimnasio una botellita de agua mineral y no separarnos de ella durante todo el entrenamiento. Podemos dar pequeños sorbos mientras realizamos nuestros ejercicios e ir recuperando el agua perdida para reponerla lo antes posible. Ello nos ayudara a evitar la aparición de calambres, lesiones, tendinitis, mareos o hipertermia y nos permitirá recuperarnos antes del esfuerzo y reducir las agujetas.
Un agua libre de tratamientos
El agua mineral es una bebida perfecta para llevar al gimnasio porque es un agua natural 100%, que llega intacta desde el mismo acuífero hasta ti, conservando todas sus propiedades saludables intactas desde su origen, pues está alejada de cualquier tipo de contaminación.
Está libre de tratamientos químicos y de métodos artificiales de desinfección y depuración. Es pura y sana. Ayuda al organismo a eliminar las sustancias de desecho y a recuperar rápidamente los minerales y oligoelementos perdidos.
Pese a que existe el mito absurdo y muy difundido de que el agua engorda, es un bulo totalmente falso. El agua no aporta ninguna caloría, por eso es una bebida muy indicada para mantener unos hábitos de vida saludables. Beber uno, o dos, vasos de agua, tiene un efecto saciante, que hace que comamos menos y por tanto nos ayuda a cuidar nuestro peso.
Es única y debido a su composición constante e invariable, siempre aporta los mismos minerales y mantiene el mismo sabor. Es un hábito muy saludable y muy recomendado por numerosos organismos oficiales del ámbito de la salud y la nutrición
Su envase ligero y reciclable, facilita su transporte, lo que nos permite hidratarnos en cualquier momento y lugar del gimnasio. Tras un par de series siempre es buen momento para tomar un trago de agua y evitar la pérdida de líquidos y los peligros que la deshidratación conlleva.
Ahora que ya lo sabes, no olvides meter un botellín de agua al preparar tu bolsa para ir al gimnasio. Tu cuerpo te lo agradecerá. Por cierto ¿Qué más cosas consideras indispensables para llevar?
