Cumplir años puede ser sinónimo de vida saludable. Todo depende de mantener unos hábitos que ayuden a tener una mejor calidad de vida. Mantener una #dieta variada y equilibrada, practicar ejercicio físico de manera regular y una adecuada ingesta de #agua, son los tres pilares básicos para que los mayores disfruten de un pleno Envejecimiento Activo.
Hacerse mayor es un gran motivo para disfrutar de una etapa de la vida en la que la mente y el cuerpo se relajan. Por lo general, a partir de los 60 años, disminuyen las preocupaciones laborales, económicas y el estrés del día a día. Sin embargo, esto no debe ser sinónimo de despreocuparse de lo más importante: la salud.
Y es que, los mayores constituyen uno de los colectivos con mayor riesgo de deshidratación. La disminución en la percepción de sed que el organismo suele sufrir a partir de los 60 años, los efectos de algunas medicaciones, o pequeños trastornos en la memoria son algunas de las principales causas por las que olvidar la necesidad de beber agua, o beber una cantidad insuficiente, se convierte en un problema común entre las personas de este colectivo.
La alimentación constituye otro de los aspectos importantes sobre los que los mayores deben de prestar una especial atención, para garantizar un buen estado de salud. Así, los expertos aconsejan seguir una dieta variada y equilibrada, en la que estén presentes todos los grupos de alimentos, en cantidades moderadas.
Asimismo, se aconseja llevar un estilo de vida activo: caminar 30-45 minutos diarios, realizar, en la medida de lo posible, las tareas del hogar, y realizar otras actividades de ocio, como visitar museos o ir al cine frecuentemente.
Respecto a la hidratación, merece la pena prestar una buena atención, ya que, a partir de los 60 años existe una serie de enfermedades que incrementan el riesgo de deshidratación.
Por esta razón, Nieves Puig, coordinadora de enfermería de la Residencia de Personas Dependientes La Cañada, en Valencia, aconseja a las personas mayores no esperar a tener sed para beber y recomienda ingerir pequeños sorbos de agua, a lo largo del día, evitando así que llegue la sensación de sed, ya que esta puede constituir ya el primer síntoma de una deshidratación leve.
Cuánto y cómo deben hidratarse nuestros mayores
El Dr. Francisco Maraver profesor titular la Cátedra de Hidrología Médica de la Universidad Complutense de Madrid – UCM, recomienda que los mayores sin patología que indique restricción de líquidos, beban entre 2 y 2,5 litros de agua al día, distribuidos en distintas tomas, cada dos horas, así como alimentos ricos en agua (frutas, hortalizas…). Una buena distribución de ingesta de agua a lo largo del día puede ser:
- Uno o dos vasos al levantarse
- Tres vasos durante la mañana
- Dos vasos en la comida
- Uno o dos vasos durante la tarde
- Un vaso en la cena
- Un vaso al acostarse
Para evitar que algunas personas mayores de determinadas zonas geográficas, rechacen beber agua por su sabor, siempre les ofrecemos Agua Mineral Natural y nos aseguramos que les proporcionamos una hidratación segura y de calidad”, indica Nieves Puig, que añade que:
Tener cerca y al alcance una botella de Agua Mineral puede hacer que una persona mayor recuerde la necesidad de beber agua y, además, sirve de gran ayuda para saber qué cantidad han ingerido a lo largo del día”
Porque tan importante es la cantidad de agua, como la calidad de la misma, tal y como señala el Dr. Maraver, que afirma que ”la calidad queda garantizada cuando se trata de Aguas Minerales Naturales, gracias a sus especiales propiedades: aguas subterráneas bacteriológicamente sanas, caracterizadas por su pureza original, ya que llegan a nosotros tal y como se encuentran en la naturaleza”, además añade el experto ”son ricas en minerales y oligoelementos beneficiosos para el organismo”.
¿Cómo conseguir que los mayores beban agua con gusto?
Al tener una menor sensación de sed, los expertos recomiendan llevar a cabo ciertos “trucos” que pueden estimular al mayor a beber agua. Destacan los siguientes:
- Añadir unas gotitas de zumo de limón al agua mineral.
- Ofrecer gelatinas caseras de distintos sabores.
- Frutas y hortalizas. Proporcionarles frutas con gran contenido en agua como son la sandía, melón, kiwi, naranjas… además de verduras y hortalizas. En verano, gazpacho y salmorejo, ya que tienen gran proporción de agua en su composición.
- Recordarles que beban agua. Para ello, los expertos recomiendan dejar a la vista del mayor una botella de agua mineral, para que al verla recuerden la necesidad de beber agua.
Tanto si eres mayor, como cuidador, no olvides la importancia de seguir unos hábitos de Envejecimiento Activo para disfrutar de esta etapa con plena calidad de vida. Por eso, ¡a cuidarse!
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