La Diabesidad, es decir, la presencia simultánea en un paciente de diabetes tipo 2 y obesidad afecta ya al 20% de la población española. Ambas patologías, que constituyen además un factor de riesgo frente al COVID19, pueden tener una mejor evolución si se llevan a cabo ciertos hábitos de vida. Expertos de Fede Diabetes y de la SEEN ofrecen las claves en este artículo.
La diabesidad se ha convertido una de las enfermedades más frecuentes del siglo XXI. Si ya lo eran la diabetes tipo 2 y la obesidad, ahora, ambas patologías se dan conjuntamente en muchos pacientes, afectando en muchos casos a niños y adolescentes, según asegura el doctor José Antonio Saz, miembro de la Junta Directiva de la Federación Española de la Diabetes (FEDE) y presidente de la Federación de Asociaciones de Diabetes de Aragón.
Las causas más frecuentes de esta enfermedad suelen ser los hábitos de vida inadecuados dieta desequilibrada y poco saludable, exceso de ingesta calórica y falta de ejercicio físico.
A largo plazo, estos malos hábitos de vida pueden producir aumento de peso y obesidad, que es el factor de riesgo más importante para desarrollar diabetes tipo 2”, explican los doctores José Carlos Fernández, médico especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Virgen de la Victoria (Málaga) y Francisco Javier Escalada, médico especialista en Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universidad de Navarra (Pamplona) y miembros de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
Actividad física y alimentación, claves
Por eso, la clave está en prevenirla o, al menos, si ya está presente en nuestro organismo, hacerle frente y reducir sus efectos al máximo. Para ello, el doctor Saz lo tiene claro:
la actividad física es fundamental para enfrentarse a esta patología: lo ideal es ponerse las zapatillas y moverse, al menos, durante 45 minutos diarios y hacerlo a un ritmo que nos permita hablar pero que, a la vez, tengamos que realizar inspiraciones profundas para tomar aire, de manera frecuente.
Para los doctores Fernández y Escalada, “lógicamente, el ejercicio deberá introducirse de forma gradual, y deberá de adaptarse a la edad del paciente, su nivel de forma física y la existencia de otras patologías concomitantes”.
Y es que, practicar actividad física ayudará a reducir el peso corporal y, por ende, “a mejorar, tanto la obesidad como la diabetes”, explican los expertos en Nutrición de la SEEN. Además, “es fundamental realizar un profundo e individualizado abordaje nutricional, junto con un adecuado plan de actividad física”, añaden.
Ambos especialistas en Endocrinología destacan que, “es recomendable seguir una dieta mediterránea hipocalórica (reduciendo un 20-30% de los requerimientos calóricos diarios), ya que la Dieta Mediterránea ha demostrado, en múltiples estudios, claros beneficios sobre el sistema cardiovascular, diabetes tipo 2, niveles de presión arterial y lípidos sanguíneos y reducción de la aparición de ciertos tipos de cáncer y deterioro cognitivo”.
Para hidratarse, nada mejor el agua
A la hora de hidratarse, tanto los especialistas de la SEEN como de Fede Diabetes lo tienen claro: “no hay duda de que la bebida de elección es el agua. La ingesta debería ser constante a lo largo del día y alcanzar al menos los 1,5-2 litros diarios”. Una recomendación que ha sido avalada por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición en la actualización de sus recomendaciones dietéticas para la población española.
En concreto, el doctor Saz asegura que “es fundamental evitar la sed”. Por ello, además de repartir la ingesta de agua a lo largo de la jornada, afirma que, antes de practicar actividad física es recomendable beber unos dos vasos de agua y, mientras caminamos o realizamos algún tipo de ejercicio, debemos tener cerca una botellita de agua pequeña e ir bebiendo pequeños sorbos de manera frecuente”.
Asimismo, el especialista de Fede Diabetes señala que, “el agua mineral puede ser una buena elección para hidratarse, dado que, así nos aseguramos que tomamos un agua con una composición adecuada, vivamos en el lugar de España que vivamos”.
Evitar la obesidad y la diabetes o, por lo menos, mantenerla a raya, puede estar en tu mano: ejercicio físico, alimentación e hidratación constituyen la clave para conseguirlo.
¿Te animas a intentarlo?