Este próximo jueves 1 de julio comienza la primera fase de la Operación Salida 2021 con motivo de las vacaciones de verano. La Dirección General de Tráfico (DGT) da así el pistoletazo de salida a los desplazamientos masivos hacia los diferentes lugares de veraneo. Desde la DGT se prevén que entre los meses de julio y agosto se produzcan más de 90 millones de desplazamientos de vehículos por carretera en nuestro país. Un volumen similar al periodo de prepandemia.
Por zonas geográficas, Andalucía, Levante y la Zona Centro, con un 66% del total de los desplazamientos, serán los que mayor densidad de tráfico tengan, siendo, además, las áreas donde se prevén las temperaturas más elevadas.
Por esta razón, el Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS) quiere concienciar a los conductores acerca de la importancia de mantenerse hidratados para garantizar un desarrollo óptimo de las funciones físicas y psíquicas al volante.
El estado físico en el que se encuentra un conductor, así como su capacidad de reacción, atención y concentración, son elementos claves que pueden verse alterados por la deshidratación, incluso cuando ésta es leve. Cabe recordar que el cerebro está constituido por un 85% de agua, “por lo que es un órgano especialmente sensible a cualquier desequilibrio hídrico”, señala la Dra. en Psicología Silvia Álava, miembro del Comité Científico del IIAS. Álava añade que “una inadecuada hidratación puede provocar somnolencia, mareo, fatiga, pérdida de concentración o dolor de cabeza, síntomas que se deben evitar durante la conducción”.
Recomendaciones del Instituto de Investigación Agua y Salud
Este año, además, estamos ante una situación especial, debido al largo invierno de restricciones a la movilidad a raíz de la Covid-19, por lo que debemos extremar la precaución y prestar más atención si cabe al volante.
Ante esta situación, y con el objetivo de prevenir los efectos adversos de la deshidratación durante los desplazamientos veraniegos, el IIAS realiza 4 sencillas recomendaciones para que el viaje sea más seguro, recogidas en la Guía de Hidratación Saludable publicada por la entidad:
- Asegurarse un buen descanso: Dormir entre 7 y 8 horas en caso de realizar un viaje de larga distancia. No inicies el viaje después de trabajar, al cansancio, desgaste físico y mental que genera una jornada laboral se debe añadir la fatiga que genera la propia conducción.
- Hidratarse antes de comenzar el viaje: Debemos beber unos 100 ml. de agua media hora antes de emprender la marcha ya que nos permitirá estar hidratados desde el comienzo, ayudando a mantener nuestra capacidad de reacción, la atención y concentración en optimas condiciones.
Además, si conducimos a primera hora de la mañana, debemos tener en cuenta que es uno de los momentos con más riesgo de deshidratación, ya que, después de unas horas de sueño, ha pasado un largo periodo sin una ingesta significativa de agua. Por eso, deberíamos tener una botella de agua mineral en la mesilla de noche y tomar 1 ó 2 vasos de agua nada más levantarnos, para reponer las pérdidas de agua que se producen durante la noche.
- Viajar con la temperatura adecuada: El aire acondicionado y el uso de la mascarilla pueden aumentar el riesgo de una inadecuada hidratación debido a la sudoración y sequedad del ambiente. Viajar con una temperatura moderada (unos 20-21°C) en el interior del vehículo también ayuda a mantener en nuestro cuerpo un nivel de hidratación correcto para una buena conducción.
- Realizar paradas de descanso y de rehidratación: Desde todas las instituciones, nos recomiendan hacer descansos cada 200 km. o cada 2 horas de viaje en coche (en el caso de una moto, cada 150 km o cada hora). Puedes aprovechar estas pausas para beber a pequeños sorbos unos 330 mililitros de agua (una botella de agua mineral pequeña).