Poco a poco las vacaciones están finalizando tanto para los adultos como para los niños, y todos estamos volviendo a nuestras rutinas, unos a sus puestos de trabajo, y otros a las aulas. Por ello, es un buen momento para adoptar nuevos hábitos saludables en la vuelta al cole.
El cambio es fuerte, pasamos de no tener horarios, de rutinas mucho más relajadas a volver a ser esclavos del reloj. Los padres podemos hacer muchas cosas para facilitar ese paso a los hijos. Silvia Álava, psicóloga del Centro de Psicología Álava Reyes y autora del libro Queremos que crezcan felices, nos da 10 claves para que la Vuelta al Cole sea una aventura positiva y también saludable:
1-Es importante adaptarse lo antes posible a los horarios. En verano los horarios se relajan, nos acostamos y nos levantamos más tarde, las comidas se alargan… No esperes al día de comienzo de las clases, lo ideal es empezar a recuperar horarios y rutinas la semana de antes, acostarse y levantarse a la misma hora que durante el curso escolar y realizar las comidas en el mismo horario.
2-Enuncia siempre la vuelta en positivo. Estar de vacaciones es maravilloso, pero el resto del año también tiene muchas cosas positivas. El curso escolar está plagado de buenos momentos, házselo ver a tu hijo.
3-Pregúntale por las cosas que a él le interesen, como por ejemplo los amigos, los chicos y chicas nuevas que hay en su clase, los nuevos profesores, el juego de moda del recreo…
4-No os olvidéis que para vuestro hijo vosotros sois lo más importante, su principal fuente de seguridad y confianza y su modelo a seguir, os copia en todo lo que hacéis. Sed ejemplo de optimismo. Es difícil que el niño o la niña empiece motivado el nuevo curso si en casa oye comentarios del tipo “se nos acabó lo bueno”, “que mal la vuelta al trabajo, colegio, rutinas…”, “Ahora toca aguantar hasta las siguientes vacaciones…”
5- Buscad actividades para hacer a lo largo del curso que le puedan gustar y motivar. Las actividades extraescolares, tienen que ser algo que al niño le guste y le motive, no tiene mucho sentido sentirse obligado a ir a las mismas.
6-Dejad tiempo libre disponible para jugar, ir al parque, e incluso aburrirse. Los niños necesitan jugar y disponer de tiempo libre que ellos mismos gestionen, en ocasiones entre el colegio, las extraescolares y los deberes, apenas disponen de él. No cargues al niño con más actividades de las que puede hacer.
7- Empieza el nuevo curso con buen pie. No recordemos los errores del año pasado y no empecemos a lamentarnos por ello, como si en este curso se fueran a repetir. Es mejor hacer una lista con las tareas que este año se van a realizar, con independencia de si el año pasado se consiguieron o no.
Así, en lugar de decir: acuérdate que el año pasado se te olvidaron muchos días los libros en clase, no apuntabas en la agenda, perdiste tres lapiceros, dos chaquetas y siete gomas, o suspendiste este examen porque no estudiaste o no lo hiciste bien; será mejor empezar con un listado de buenos propósitos con acciones muy concretas, como por ejemplo puede ser:
- Apuntar los deberes en la agenda.
- Llevar los libros necesarios a casa.
- Cuidar el material escolar.
- Hacer todos los días los deberes.
- Llevar los estudios al día, no esperar al examen para empezar a estudiar.
- Hacer resúmenes, esquemas y mapas conceptuales de las diferentes asignaturas.
- Preguntar las dudas al profesor.
- Entregar los trabajos a tiempo.
- Estar atento en clase.
- Preparar la mochila la noche de antes.
8-Las emociones son incluso más importantes que los deberes. No te centres en preguntar al niño cada día cuántos deberes le han puesto, lo que tienen que hacer, cuánto tienen que estudiar… las emociones importan y mucho. Pregúntale cómo está y cómo se ha sentido a lo largo del día. Y no olvidemos que los niños nos copian, que sus padres hablen de cómo se han sentido a lo largo del día ayudará en este proceso.
9- Si protestan diciendo que no quieren ir al colegio, que quieren seguir de vacaciones…, debemos decirles que las vacaciones son importantes, pero que hay que volver al colegio y a trabajar, y que eso también tiene muchas cosas buenas. Si siguen insistiendo en que no quieren, cambiaremos de tema preguntándoles a qué han jugado en el patio, cómo se llama su compañero de pupitre, si hay niños nuevos en clase…; de tal forma que desviemos su atención a los aspectos positivos de la vuelta a las aulas.
10- Lleva una vida saludable a lo largo de todo el año. El comienzo del curso es buena época para empezar así: practica deporte de forma regular, come sano y no olvides la importancia de la hidratación. El rendimiento cognitivo está muy relacionado con la correcta ingesta de agua.
Hay que beber la cantidad necesaria de agua cada día, los niños de entre 4 y 8 años unos 1.600 ml al día, entre los 9 años y los 13 2.100 ml para los chicos y 1.900 ml para las chicas, y a partir de los 14 la misma cantidad que los adultos, es decir, 2.000 ml para las mujeres y 2.500 ml para los hombres (lo que equivale entre 8 y 10 vasos diarios de agua).
El Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS) nos recuerda a este respecto que no solo es importante beber la cantidad de agua recomendada diariamente, sino también conocer la calidad y el origen de la misma, que queda garantizada cuando se trata de Agua Mineral Natural.
Cuando los niños son pequeños, no saben reconocer los procesos de sed y, por tanto, el adulto que está al lado, ya sean sus padres o los profesores, deben ofrecerles agua, pero también hacer una labor de concienciación y educación en la importancia de ir bebiendo poco a poco a lo largo del día, para estar sanos, pensar mejor y, en definitiva, que se desarrollen correctamente nuestros cuerpos, cerebros y funciones cognitivas, afirma Silvia Álava.
¡Ayuda a los más pequeños a practicar una hidratación natural metiendo una botella de agua mineral en su mochila, así será más fácil que se mantenga correctamente hidratado a lo largo de la jornada escolar!
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