Cuando llega el verano hay que pensar más en la hidratación de nuestros niños
¿Por qué se necesita más agua en verano?
El motivo es un aumento de las pérdidas de agua. A lo largo de todo el año y en cualquier edad de la vida hay que pensar que las pérdidas de agua se producen fundamentalmente a través de la piel (con el sudor), la orina y los pulmones. Hay un aumento de las pérdidas por la piel con el ejercicio, la mayor temperatura ambiental, el abrigo excesivo y otras condiciones ambientales.
¿Qué condiciones particulares tiene el niño en verano?
En el caso del niño, al calor ambiental del verano hay que añadir el mayor número de horas que pasan al sol, jugando al aire libre en el parque, en la playa o en la piscina.
Durante estas situaciones el niño juega y se relaciona con sus amigos, lo que casi siempre se acompaña de mayor ejercicio físico, un aspecto éste último que debemos fomentar.
Es precisamente durante la realización del ejercicio físico cuando aumenta la temperatura corporal, aumentando con ello el gasto calórico de manera proporcional. Para compensar este efecto hay un incremento de la circulación en la piel y una producción de sudor que pretende disipar este calor. La cantidad de sudor depende además de la humedad ambiental y del tipo de tejido o ropa que lleve el niño.
Por todo ello, en verano debemos cuidar aún más la hidratación correcta de nuestros niños porque:
La temperatura ambiental es mayor, los niños están más tiempo al aire libre y tienen mucha mayor actividad física.
Hay que recordar la importancia del agua mineral natural como bebida en la infancia.
El agua mineral natural es la bebida que debe acompañar al niño tanto en las comidas como fuera de ellas como una estrategia de hábito de vida saludable.
¿Cuánta agua necesita el niño?
El niño debe beber una cantidad adecuada de agua y bebidas diariamente que oscila entre 0,6 litros en el primer año de vida y los 1,8-2,6 litros en la adolescencia. Cuanto menor es el niño menor capacidad de expresar el deseo de la sed, por lo que le ofreceremos agua sin forzar, sobre todo si la temperatura ambiental es elevada como en el verano.
Dr. Isidro Vitoria Miñana, pediatra y miembro del Comité Científico del
Instituto de Investigación Agua y Salud – IIAS
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