Para llevar una vida saludable, además de seguir una dieta equilibrada y beber entre 2 y 3 litros de agua diarios, lo mejor es hacer deporte. Y es que, hacer ejercicio mantiene nuestro cuerpo activo y tiene innumerables beneficios para la salud: reduce la posibilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular, ayuda a mantenernos en nuestro peso ideal, las posibilidades de sufrir depresión se reducen… Aún así, muchas veces nos da pereza acudir a un gimnasio, o dejamos de ser constante y abandonamos.
Por eso
¿Qué es Crossfit?
El Crossfit es uno de los entrenamientos más practicados de los últimos años y cada día gana más adeptos. Se trata de una forma de ejercicio que comenzó hace 15 años en EE.UU. y que ahora está triunfando también en el resto del mundo. Su fórmula se basa en el entrenamiento total del cuerpo y en combinar todo tipo de disciplinas de alta intensidad: natación, levantamiento de pesas, atletismo… Con esto se consigue, en poco tiempo, resultados visibles entre los que lo practican.
La idea de esta novedosa disciplina parte de los entrenamientos que los bomberos, policías y militares americanos practican para conseguir el tono muscular y la resistencia y agilidad necesaria para realizar su actividad. Practicado en el “Box” (salas especialmente diseñadas para la práctica de Crossfit) un entrenador va guiando a las personas sobre cómo realizar correctamente cada uno de los ejercicios.
No olvides hidratarte
Como es natural en la práctica de cualquier deporte, la hidratación es esencial. Pero en el Crossfit, si cabe, es aún más fundamental ya que durante las intensas sesiones de este deporte (normalmente de una hora) beber agua garantiza que el cuerpo no sufra una deshidratación. Incluso cuando nadas en la piscina, porque la sensación de sed no es tan evidente como cuando se hacen deportes al aire libre, así que aunque no lo notes, tu cuerpo también se está deshidratando a pesar de estar en el agua.
Y es que la hidratación del cuerpo es básica para que rindamos en las sesiones de entrenamiento. Beber antes, durante y después evita que el cuerpo sufra un desgaste excesivo, limitando nuestras capacidades. ¡Será mucho más difícil alcanzar tu objetivo si no bebes agua! Así que haz caso a tu entrenador e hidrátate cuando te lo recomiende.
Recuerda que el agua mineral se embotella a pie de manantial conservando así las propiedades que contiene de forma natural.