A veces, las cosas no son tal y como parecen. Seguro que cuando vas a tu tienda habitual y entras en el pasillo del Agua Mineral, piensas que todas son exactamente iguales, y que lo único que cambia es el diseño de su botella. Pues no, no es así. Todas y cada una de esas variedades de agua mineral son totalmente distintas. Déjanos contarte el porqué…
Actualmente existen en España más de 100 aguas minerales, oficialmente reconocidas por la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición. Pero el hecho de que un agua sea reconocida como “Agua Mineral Natural” no es cosa sencilla, sino fruto de un largo y dificultoso expediente administrativo.
Según el artículo 2 del “Real Decreto 1798/2010, de 30 de diciembre, por el que se regula la explotación y comercialización de aguas minerales naturales y aguas de manantial envasadas para consumo humano, las aguas minerales naturales son aquellas aguas microbiológicamente sanas que tengan su origen en un estrato o yacimiento subterráneo y que broten de un manantial o puedan ser captadas artificialmente mediante sondeo, pozo, zanja o galería, o bien, la combinación de cualquiera de ellos.
Por su parte, Carlos Ontiveros, del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), asegura que:
Respecto a las características físico-químicas y microbiológicas, las aguas minerales de bebida envasada deben cumplir con unos requisitos muy estrictos que establece el real decreto de 2010, con el fin de garantizar su seguridad alimentaria y calidad.
¿Por qué no hay dos aguas minerales iguales?
Entonces, si todas las aguas minerales tienen unas características comunes, ¿por qué no hay dos aguas minerales iguales? Muy sencillo, por tres factores esenciales: su origen, ya que cada una procederá de un acuífero distinto; su composición constante,caracterizada por una serie específica de minerales, oligoelementos y otros componentes específicos que compongan las rocas de la zona geológica en la que se sitúa su y, por consiguiente, por su sabor, que estará definido por su composición concreta.
Con respecto a la composición constante, Francisco Maraver, hidrólogo médico y presidente del Comité Científico del Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS), asegura que, “nos garantiza saber qué agua estamos tomando. De esta manera, si tengo una buena cultura del agua, podré saber, con tan solo consultar el etiquetado impreso en cada botella de agua mineral, cuál es el agua que mejor se adapta a nuestras necesidades y preferencias”.
Además, según explica Ontiveros, otro de los factores diferenciadores de las aguas minerales es su elevado tiempo de residencia en el acuífero.
Las aguas minerales, desde que precipitan y se infiltran en la superficie del terreno hasta que son extraídas o surgen del acuífero, generalmente pasan un largo tiempo en el acuífero que las alberga, que puede oscilar desde décadas hasta miles de años.
A esto, se añade “el hecho de que procedan de manantiales protegidos de cualquier tipo de contaminación, y de que sean envasadas a pie de manantial, en condiciones de extrema asepsia, por lo que no necesitan ni reciben ningún tipo de tratamiento químico ni microbiológico para su desinfección, garantizamos que al hablar de agua mineral natural hablemos de un agua 100% natural”, explica Francisco Maraver.
“Y, sobre todo, no podemos olvidar -añade Maraver- que esta garantía de pureza es posible gracias al envase de agua mineral natural, ya que se trata del vehículo que permite su llegada al consumidor con la misma pureza y propiedades saludables con las que cuenta en la naturaleza. Por esta razón, podemos entender el hecho de que el envase sea denominado por muchos expertos como una extensión del acuífero”.
Hay una gran diversidad de aguas minerales por lo que, con sólo consultar su etiqueta, podrás elegir siempre aquella que se adapte a tus necesidades o preferencias.
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