El agua mineral natural posee una pureza original que hace que no necesite ser hervida para su consumo (ni siquiera para preparar los biberones de los más pequeños), ni ningún tratamiento químico de desinfección ni microbiológico. Además de mantener su pureza una vez envasada, contiene minerales beneficiosos para el funcionamiento del organismo, lo que la hace ideal para llevar unos hábitos de vida saludables. Es sana, pura y natural, ¿se puede pedir más?
Pureza original
Lo más importante de todo es que el agua mineral llegue a los consumidores en unas condiciones adecuadas para su consumo. Para ello os proponemos una serie de recomendaciones sobre su correcto uso, conservación y consumo.
- No aceptar envases ya abiertos. Cuando pidas agua embotellada en un restaurante no aceptes botellas abiertas, deben de estar siempre precintadas. Es la única manera de saber al 100% que el agua es mineral. En su proceso de envasado se sigue un protocolo para asegurar que su pureza se mantenga inalterable y sus componentes constantes.
- Cuando viajes al extranjero, solicita siempre agua embotellada. Si no es embotellada, desconocemos completamente su procedencia y el estado en el que se encuentra (el tiempo que lleva en la jarra, la temperatura a la que ha estado expuesta…). Por eso se recomienda no consumirla y no poner en riesgo nuestra salud con un agua que no sabemos cómo puede afectarnos.
- No añadir hielo. Si estás consumiendo agua mineral no tiene ningún sentido que le añadas cubitos de hielo porque la mezcla de estos cubitos realizados con agua del grifo no te aseguraran los componentes constantes del agua que has elegido.
- Conservar el agua en un lugar fresco, seco, protegido de la luz solar y lejos de olores agresivos. El agua mineral embotellada debe permanecer lejos de la luz solar directa, en un lugar fresco y apartado de olores fuertes y agresivos como pinturas, disolventes, gasolina o productos limpiadores.
Las especificaciones que vienen en la etiqueta identifican a la empresa envasadora como garante de la calidad y composición de los envases cerrados.
- Una vez abierta la botella, consumir en pocos días. Debe guardarse en frío y consumir en los 3 días siguientes desde su apertura para que conserve al completo sus propiedades y beneficios.
- Seguir estrictamente las recomendaciones que aparecen en las etiquetas. En ellas aparece su origen (nombre del manantial) y composición (así sabemos siempre lo que estamos bebiendo: los minerales y oligoelementos que incorpora), la fecha de consumo, conservación…
- No mantener el envase en contacto con el suelo. Las aguas envasadas garantizan una seguridad al consumidor, son sanas y pasan unos exhaustivos controles de calidad. Adquirido el producto, los consumidores debemos de seguir conservando en condiciones óptimas los envases.
Controles de calidad
Lo que está claro es que el agua mineral es uno de los productos alimentarios que pasa más controles rigurosos de calidad. La normativa regula que las aguas envasadas lleguen al consumidor en unas condiciones óptimas y que podamos disfrutar del agua mineral natural de nuestra elección conservando su pureza natural intacta.
Y tú, ¿sigues estas recomendaciones de uso y consumo de agua mineral? Son fáciles de aplicar en tu vida diaria, ahora sólo tienes que llevarlas a la práctica… ¿Quieres contarnos algún otro consejo de conservación, uso o consumo de nuestro bien más preciado: el agua mineral natural? Te esperamos en y en nuestro Facebook.