Cada vez es más habitual encontrarnos con personas corriendo por senderos y parques de nuestras ciudades. El running es, sin duda, uno de los deportes más completos, saludables y sencillos que podemos realizar. Y lo mejor de todo es que practicarlo está al alcance de todos. ¡Ya no tienes excusas!
El running nos ofrece múltiples beneficios como perder peso, incrementar la resistencia física, tonificar los músculos, mejorar la capacidad pulmonar y disminuir el riesgo de sufrir trastornos cardíacos. ¿Qué más se puede pedir?
El único hándicap es nuestra fuerza de voluntad, por eso lo mejor es establecer una rutina diaria para que correr se convierta en el mejor hábito en nuestra vida (y no un esfuerzo) y nos aleje del estrés del día a día.
El running debe practicarse al menos tres veces por semana durante 30 minutos para conseguir quemar calorías. Por si esto fuera poco, correr nos ayuda a producir endorfinas, lo que mejora nuestro estado de ánimo y nos permite afrontar nuestra jornada con optimismo, ya que disminuye los niveles de ansiedad, previene la aparición de depresión y aumenta la esperanza de vida.
Pero antes de practicar running, debemos seguir una serie de consejos prácticos para evitar sustos o conductas inadecuadas. ¡Toma nota!
- Elegir calzado adecuado. Selecciona las zapatillas de running adecuadas en función de los días que salgas a correr. Es imprescindible que sean transpirables y con sistemas de amortiguación para evitar problemas en tus articulaciones. Y, sobre todo, que sean cómodas y muy ligeras.
- Calentar previamente. Realizar estiramientos antes y después de correr nos servirá para poner nuestros músculos a tono, evitar sobrecargas y las temidas agujetas. ¡Nunca te pongas a correr directamente! Se recomienda comenzar a practicar running a un ritmo tranquilo e ir aumentándolo paulatinamente.
- Llevar un pulsómetro. Decántate por uno que lleve incorporado GPS; además de medir lo que has recorrido y ayudarte a tu programa de entrenamiento, te dirigirá para que no te pierdas.
- Vestir ropa cómoda. Lleva ropa transpirable, ligera, de secado rápido e impermeable, que permite absorber el sudor. ¡Di adiós a las prendas de algodón! Recuerda también que los colores claros te dan menos calor que los oscuros.
- Cuidar la alimentación e hidratarse con agua. Evita las comidas copiosas antes de salir a practicar running y, sobre todo, bebe mucha agua mineral, independientemente de que no tengas sed porque mantendrá la hidratación de nuestro cuerpo. Recuerda que al hacer ejercicio físico se pierden mucha agua a través del sudor. Una buena opción es llevar un cinturón portabotellas para disponer de agua mineral durante la carrera.
- Utilizar protector solar y labial, gafas de sol y gorra. Es imprescindible utilizar estos elementos, no sólo para evitar quemaduras, sino también para estar más cómodos. ¡No olvides aplicarte crema también en la nuca o en las manos!
- Evitar salir en las horas más calurosas del día. Salir preferiblemente al amanecer o a últimas horas del día y buscar rutas por zonas sombrías para evitar golpes de calor.
- Llevar elementos reflectantes. Imprescindibles cuando vayamos a correr a última hora de la tarde o por la noche para ser visibles. Existen bandas reflectantes para el cuerpo y la cabeza.
- Escuchar música. Escuchar las canciones preferidas mientras se practica running, ayudará a motivarnos. Lo que tenemos que conseguir es disfrutar corriendo y que no suponga otro esfuerzo más de nuestra vida diaria.
Importancia de la hidratación durante la práctica del running
Hidratarse con agua mineral natural de forma adecuada es necesario para la práctica de cualquier ejercicio físico, y más aún para los deportes cardiovasculares (en los que sudamos mucho más). Además de su pureza, es rica en minerales y oligoelementos que ayudan al organismo a satisfacer las necesidades diarias de forma saludable. Todo ello sin aportar ninguna caloría.
En este post queremos darte una serie de pautas para una correcta hidratación al practicar running y asegurar un óptimo rendimiento físico:
- Hidratarse antes, durante y después de las carreras. Al correr se pierde gran cantidad de agua mediante la sudoración (recordemos el agua representa el 60% de nuestro cuerpo). De ahí que necesitemos beber más cantidad de agua para evitar la deshidratación. Concretamente, un adulto pierde una media de medio a un litro por hora de actividad. Correr con botellas de agua no es cómodo, pero sí necesario.
- Ingerir uno o dos sorbos de agua cada 10-15 minutos mientras practicamos running. Es aconsejable que el agua no esté excesivamente fría, ya que podría ocasionar problemas gástricos. ¡Más vale prevenir!
- No esperar a tener sed para beber agua. Recordemos que un adulto debe ingerir diariamente entre 2 y 3 litros de agua y más cantidad si realiza algún deporte o ante condiciones climáticas extremas.
- El agua regula la temperatura corporal y elimina toxinas a través de la sudoración. Muy importante a tener en cuenta a la hora de hacer ejercicio.
- Conoce los síntomas de la deshidratación. Para evitar cualquier imprevisto, es aconsejable que conozcas los síntomas de deshidratación severa como la sensación de sed intensa, piernas pesadas, dificultad al respirar, mareos y dolores musculares.