Con el último domingo de octubre llega, como cada año, el cambio de horario de invierno. La sensación de que, a partir de este momento, los días “son más cortos”, unido a la bajada progresiva de las temperaturas son dos de las causas que provocan que muchas personas puedan sentir un decaimiento físico y psicológico que se conoce como astenia otoñal ¿Cómo hacer frente a estos síntomas? ¿Por qué se producen más en unas personas que en otras?
“La causa de la astenia otoñal es achacada a la alteración de los ritmos circadianos y el cambio horario, que ocurren en las primeras semanas de la estación primaveral. Estos cambios, generan una alteración de las endorfinas, serotonina y otras hormonas como la melatonina, afectando así a diferentes facetas físicas y emocionales”. Así lo asegura la médico de Familia y Máster en Nutrición, Marta Perea.
Según explica la médico, “Los síntomas de la astenia otoñal suelen tener una mayor incidencia “en las mujeres con edades comprendidas entre los 30 y 50 años, y en estudiantes universitarios”.
La sensación de que los días duran menos horas provoca en algunas personas una afectación “en el sueño y la energía que tenemos durante el día”. Así, “estos cambios, generan una alteración de las endorfinas, serotonina y otras hormonas como la melatonina, afectando así a diferentes facetas físicas y emocionales”, añade la Médico de Familia.
Todo esto se produce porque “algunas personas se ven más afectadas debido a que su cuerpo se adapta más lentamente al cambio de estación”, explica la doctora Perea.
Cómo combatir la astenia otoñal
Para hacer frente a los síntomas más típicos de la astenia otoñal, entre los que destacan el “cansancio, la fatiga, problemas para dormir o, incluso, una bajada en el estado de ánimo”, según explica la médico de Familia, seguir unos hábitos de vida saludable son uno de los aspectos más destacables.
Así, señala que “sería importante realizar desayunos con alto contenido energético, que no calórico, y alimentos ricos en vitaminas, minerales e hidratos de carbono de absorción lenta para combatir el cansancio y la fatiga. Entre estos alimentos, debemos incluir arroz, frutas, verduras y vegetales frescos, así como legumbres, preferiblemente en comidas no copiosas”.
Asimismo, destaca que, “uno de los pilares fundamentales además de la alimentación, es la hidratación. Es importante realizar una ingesta adecuada de agua mineral, para mantener un adecuado aporte de líquidos y minerales y combatir los cambios de temperatura y los cambios de tensión arterial que se inician con el calor.
De esta forma, se ayudará a combatir “la desadaptación del organismo a los cambios estacionales “además de aportar minerales importantes contenidos en el agua mineral”. “El hecho de no estar bien hidratado, podría aumentar la fatiga, y la falta de concentración con los que incrementarían los síntomas producidos por la astenia primaveral”, explica.
En relación a mantener unos hábitos saludables de hidratación los expertos del Comité Científico del Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS) ofrecen los siguientes consejos:
FRECUENCIA
La pérdida de agua en nuestro organismo se produce de forma constante y, generalmente, solo bebemos de forma intermitente o muy esporádica. No debemos esperar a tener sed para beber agua, ya que la sensación de sed es un síntoma de alerta que activa nuestro organismo para indicarnos que el cuerpo ya está deshidratado, un desequilibrio hídrico corporal de solo un 1% puede afectar a nuestro rendimiento físico, a nuestras capacidades cognitivas y a nuestro estado de ánimo.
Unos buenos hábitos en la ingesta de agua nos llevan a tomarla en intervalos regulares (unos 330 ml. cada dos horas aproximadamente).
MODO
El aparato digestivo sólo es capaz de asimilar y digerir unos 800 ml de líquido a la hora, por lo que unos buenos hábitos en la ingesta de agua nos llevan a ingerirla despacio y a pequeños sorbos, y a una temperatura entre 10 y 15º C para favorecer su absorción.
CALIDAD
No solo es importante la cantidad, frecuencia y modo en que ingerimos el agua, sino que, para garantizarnos una adecuada hidratación en todo momento y lugar, es importante también la calidad de la misma.
Según los expertos, esta calidad queda garantizada cuando se trata de Agua Mineral Natural, por sus especiales características:
- Es pura y sana en origen, protegida de toda contaminación, por lo que no necesita ni recibe ningún tratamiento químico de desinfección.
- Se envasa a pie de manantial, conservando toda su pureza y propiedades saludables.
- Mantiene una composición constante en minerales y oligoelementos.
- No tiene calorías, por lo que resulta ideal para llevar unos hábitos de vida saludables.
Ahora que ya conoces cómo hacerle frente, ¿te animas a enfrentarte este año al horario de invierno de una manera saludable?