Las infecciones de la parte inferior de las vías urinarias son la segunda causa en importancia de las patologías atendidas en Atención Primaria, tras las respiratorias. Por tanto, es importante vigilar los síntomas y escuchar a los expertos, que aseguran que beber agua es el mejor aliado contra la cistitis.
Algunos de los factores que inciden en la aparición de las infecciones urinarias son muchos y variables, en función de la edad y el sexo. La doctora Maite Jorge es responsable del Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). Maite asegura que, “en mujeres jóvenes, los antecedentes de Infecciones del Tracto Urinario (ITUs) en la madre, el uso de espermicidas y las relaciones sexuales y en mujeres postmenopáusicas: los antecedentes de ITUs previas en la edad fértil” son algunas de las causas más comunes que provocan la cistitis.
En hombres jóvenes, sin embargo, estas infecciones “son poco frecuentes y suelen estar relacionadas con la actividad sexual». En mayores de 80 años, de ambos sexos, estas infecciones causan muchas hospitalizaciones, especialmente, en “portadores de sondas permanentes de orina”, explica la doctora. Pero, aún hay más: “las alteraciones del flujo urinario, como en el embarazo, o ciertas enfermedades (diabetes o cáncer, entre otras), también predisponen las ITUs”.
Síntomas y Prevención
La especialista también cuenta cómo reconocer esta patología, “el diagnóstico se fundamenta en síntomas clínicos, como micción dolorosa, escozor e imperiosidad de orinar”, entre otros. Si la infección es de vías altas, como la pielonefritis, o es complicada, aparece dolor en zona lumbar, o síntomas como fiebre, cefalea o náuseas.
Para su diagnóstico es esencial la exploración física por parte del médico. También, en algunas ocasiones, será recomendable “realizar una tira reactiva de orina en la propia consulta, o solicitar al laboratorio un cultivo de orina. Posteriormente, será necesario instaurar el tratamiento más idóneo, según las características del paciente”, asegura la doctora.
Importancia de la hidratación
Entre las medidas no farmacológicas para prevenir y mejorar la cistitis, destacan: “ingesta hídrica abundante, realizar micciones frecuentes y aplicar calor en zona baja abdominal”.
Maite Jorge asegura que beber agua “es muy recomendable para prevenir /mejorar la cistitis, especialmente para disminuir episodios de cistitis recurrente”. Y es que, beber agua es el mejor aliado contra la cistitis. Esto sucede porque “la correcta hidratación favorece la frecuencia de micciones, y estas facilitan la eliminación de bacterias del tracto urinario”, destaca.
Respecto a la cantidad de ingesta de agua para paliar esta patología, la experta aconseja que sea entre 2-3 litros diarios. Además, la recomendación de beber agua para evitar la cistitis, tal y como explica la experta, “es una medida sencilla y al alcance de todos”.