Todos sabemos que el deporte es uno de los mejores aliados de nuestra salud. También somos conscientes de que, su practica -especialmente en estas fechas en las que las altas temperaturas comienzan a asomar- implica una gran pérdida de agua de nuestro organismo, que se manifiesta en forma de sudor. Pero, ¿somos realmente conscientes de la importancia de reponer ese líquido para evitar que una posible deshidratación nos coja por sorpresa?
No solo se trata de “sudar la camiseta”, sino de hacerlo en las mejores condiciones para evitar poner en riesgo nuestra salud. Como bien explica Yolanda Vázquez Mazariego, doctora en Ciencias Biológicas especializada en Nutrición y Salud Deportiva:
Cuando hacemos deporte aumenta la temperatura corporal y empezamos a sudar como respuesta. El sudor es una de las maneras en las que el cuerpo se “refresca” y se mantiene la temperatura constante en los 36-37,5º C. El sudor es una mezcla de agua mayoritariamente con sales minerales, entre otros ingredientes, y esta pérdida de agua provoca deshidratación. Cuanto más sudamos, más agua perdemos y más debemos cuidar el aporte de agua para mantener el rendimiento deportivo y evitar problemas de salud asociados con la deshidratación.
Ahora la pregunta es, ¿la pérdida de agua de nuestro organismo se produce solo ante la práctica de deportes de gran intensidad, o con todos? Según la doctora en Ciencias Biológicas, “en realidad, todos, pues aumentan la frecuencia cardíaca y, con ello, sube la temperatura corporal”.
No obstante –destaca– “hay matices”. “Lógicamente, aquellos deportes que requieren más tiempo para practicarlos, como la carrera, el ciclismo, el remo, etc. provocan pérdida de agua en el tiempo que duran, se suda durante más tiempo y se cuida mucho hidratarse antes, durante y después.
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Pero también ocurre lo mismo con los deportes de alta intensidad, mayor velocidad, o esfuerzo corto y puntual: pueden provocar pérdidas de agua muy intensas en periodos de tiempo muy cortos. Por ejemplo, el récord de Usain Bolt de 9,63 s en los 100 m, o un combate de artes marciales de pocos segundos o minutos. En ambos casos podemos ver cómo sudan ambos”, explica Yolanda Vázquez.
“Y si pensamos en deportes o actividades de baja intensidad como el yoga o el pilates, donde no hay aumento de ritmo cardiaco por lo general, también podemos observar pérdidas de agua por sudor”, añade.
En general, como bien asegura Vázquez, “todos los deportes y actividades físicas pueden llevar a pérdida de agua, desde los juegos de los niños y niñas en el parque, los paseos matutinos de jubilados o jubiladas o la final de la maratón olímpica”.
¿Cómo lograr un buen entrenamiento sin poner en riesgo nuestra salud?
El triatleta y Campeón del Mundo de Triatlón Cross, Toni Franco, asegura que, “para un deportista de alto rendimiento, tener una alimentación equilibrada acompañada de una buena hidratación, es indispensable para evitar lesiones”.
Respecto a la alimentación, el deportista señala que “juega un papel fundamental a la hora de practicar deporte, ya sea a nivel ocio o elite, ya que hacen falta unas necesidades nutricionales para mantener un correcto funcionamiento de todo el aparato locomotor y muscular, hidratos de carbono, minerales, vitaminas y proteínas, ya que al realizar una actividad física intensa desgastamos y vamos consumiendo glucógeno”, añade Toni Franco.
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En hidratación, Yolanda Vázquez asegura que “esta primavera está siendo especialmente lluviosa, y por ello debemos tener en cuenta si hacemos deporte en el interior, y sudamos más.
Si lo hacemos en condiciones de humedad por la lluvia, con chubasquero o ropa para protegernos, que no transpira bien y nos puede hacer sudar más, o en altitud, que deshidrata mucho. Y también habría que tener en cuenta que cuando no hace tanto calor, no solemos tener sed, y es importante beber antes de tener sed. Que estemos mojados por la lluvia no significa que estemos hidratados por dentro”, matiza la experta.
¿Cómo darme cuenta de que estoy sufriendo una deshidratación?
La doctora Yolanda Vázquez explica que, “siempre vamos a notar malas sensaciones y pérdida de rendimiento. Los primeros síntomas suelen ser agotamiento, mal humor, falta de energía, boca seca y lentitud física y mental.
Estos síntomas pueden ser debido a muchas causas, desde un mal día en el trabajo a haber dormido mal, por lo que hidratarse antes, durante y después del ejercicio es muy importante”. Respecto a los síntomas que muestran que nuestro cuerpo está sufriendo una deshidratación, Vázquez señala los siguientes, “dolor de cabeza, visión borrosa o doble, mareos o náuseas”.
¿Qué hacer para evitar una posible deshidratación?
El Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS) recomienda mantener unas pautas adecuadas de hidratación. Así destaca la importancia de beber pequeños sorbos de agua antes, durante y después de la práctica deportiva.
Así, durante la hora o dos horas previas a la práctica deportiva, la ingesta recomendada de agua es de 500 mililitros. Durante la misma, 100-200 mililitros cada 15-20 minutos y, tras finalizar la actividad física, la ingesta recomendada es de 1,5 litros por cada kilogramo perdido durante el ejercicio.
por su parte, Yolanda Vázquez destaca que para hidratarse, “lo mejor es tomar agua”, ya que “es el líquido fundamental para que funcionen nuestras células”, añade.
El agua es también para Toni Franco la manera más esencial de hidratarnos. En concreto, recomienda la ingesta de agua mineral, ya que asegura que para un deportista es fundamental porque:
Permite llevarnos nuestra botella a cualquier sitio: al gimnasio, polideportivo… y nos facilita mantener una buena rutina y hábitos de hidratación en cualquier lugar. Yo siempre en mi mochila llevo una botella de agua mineral, pero también cuando salgo a comprar o a pasear al perro. Beber agua mineral te asegura evitar la sed a lo largo del día y mantenerte hidratado, además, de una manera natural y con un agua de calidad y segura, que eso es fundamental a la hora de entrenar.
Por lo tanto, no lo dudes, a la hora de practicar deporte, ¡cuida tu hidratación con agua mineral!